Yo te vi llegar y supe que iba a bailar te. Y eso me gustó y lo esperé con ansias y curiosidad. Era interesante. Era estar en ese típico lugar que siempre estuve pero desde otro lado, y que también siempre imaginé porque. pero para otra per. Antes, entre tu prisa, busqué tu asco -como en las películas- y después fue entretenido volver al hastío a la reja al cemento. Sobre todo porque en mi cemento nunca bailé. Y porque quería que vieras y pensaras, que te asqueara tal vez, que te diera rabia o intriga, que te clavaras. Obviamente no,
Pero de todas formas cómo me gustaría que tuvieras un pedazo de plástico pegado entre la piel y la uña y que por ahí habláramos (porque a veces creo que nosotros dos debiéramos hablar y otras no, porque eres un pobre niñito anti-mundo pasado a películas y libros. Y música, y eso quita toda las proporciones sanas, ya sabes; y a mí ya me hostigó el olor a todo eso. No sé por qué digo estas cosas, para ser tonta, para hablarle a nadie, para morderme la lengua, pa' sabotearme, pa volver.
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