[Dije que era escupir a todos lados.

Es difícil
porque si somos espejos
tenerte frente a frente y mirarnos
es ocuparte como reflector
y construir contigo un túnel
de sombras que se miran
hacia atrás infinitamente,
que se imitan
que se dibujan
que se responden
que se reflejan hasta
el fin que no conocemos
y que no llega.
Es encerrarnos en nuetras
cuatro pupilas que no dejan
de fabricarnos y reproducirnos.

Entonces quisiera vomitarte,
redimir tu imagen de la mía,
recibirla con mis ojos y devolverla a la luz
para que corra rompiendo todas las
paredes, el círculo vicioso, la cárcel.
¡Alguna cárcel!