2016/2020: De tontera a tontera y media




A aaoi

Viernes, 24 de junio:
Te preguntaste, justo al ladito mío -como Kris y Haris-, por qué somos tan espejo; pero, como Kris y Haris, frente a nosotres también había uno y. Este es el único, pensé; que ese era el único, te quise decir, pero sólo te miré y nos miré un poco. [...] Te oí hablar alguna vez también de ojos y ahí sí que coincidimos, compañero. Yo los veo en tantas partes... en todas partes, y a veces ya no tengo más fuerzas para esconderme o para seguir esperándolos y que alguna vez me respondan. [...] Por eso puedo entender todo lo demás, tanto delirio, y que sólo la idea de quebrar las líneas me hiciera sentir un temblor tremendo en la visión. Por eso te miro no más si dices por qué somos tan parecides, si nos dices espejos. Por eso me puedo ver yo también corriendo entre tus sueños aunque aún no me quede a dormir en tu cabecita, acrurrucada en algún pliego de tu cerebro. No me parece extraño correr perseguida en tus sueños, porque yo también, si te veo cerca mío, te veo corriendo. No sé de qué, pero corriendo. Me imagino explosiones en el cielo y les dos corriendo. Rupturas bajo el suelo y les dos corriendo. Las aves escapando desaforadas y les dos corriendo. Si estás a mi lado, estarás corriendo, estaremos corriendo. Y si no estamos corriendo, pues... estaremos quietes. Corriendo [dentro.





A Mykvsk

Jueves, 23 de abril:
Primero: qué manera de ser tan pretenciosa escribiendo. ¿Así y todo me leías? Me dan ganas de disculparme por eso, sabí. Pero bueno, venías por ocpión propia. 
Segundo: Esto es esúpido, mucho más estúpido que tu último mensaje, pero sé que alguna vez te escribí, así que vine a ver las cosas que alguna vez había dicho. No me acordaba cómo te había sentido: cerca poh. Muy arrogantemente, cerca te sentí y me gustaba. Esa cercanía petrificada de la lectura, pero viva y latiente con un coterráneo incluso. Qué ilusión y qué placer. Como sea. Espero estés bien, niño. Y que esta distancia no sea una tontera, una mugre sonsa que bastaría barrer con algunas teclitas mías. Sabí, ojalá aún me leai, aunque ya casi no escribo. Pretenciosa y todo, que siga el puentecito, sería lindo. (No sé pa' qué).
Igual no te preocupí, soy cáncer y me encanta cantarle a la nostalgia, inventarme canciones por todo. Y bueno, hablando de canciones, música queda harta. El mundo no para de incharse y de pedir ser compartido.

No hay comentarios.: