Podría buscar cuidadosamente las palabras más genuinas para consolarte desde la autenticidad, pero no me dan ganas. Sé que te alegraría la semana si te mando por delivery un dulcecito a tu trabajo el próximo lunes, pero no me dan ganas. Me están pasando cosas y es una opción malgastar el tiempo contándote detalles, pero no me dan ganas. Podría decirte que me estoy quedando sin ganas, pero no tengo ganas.

No sé si alguna vez te ha faltado algo en esta amistad, miro para atrás y creo que siempre he sido yo la que reprocha cosas. Ahora necesito reprocharte pero tampoco tengo ganas. No sé si se trata de eso, de las ganas. Quizá es más algo de confianza y de sentirme segura para hablar. Me siento como Na Hee Do cuando Baek Yi Jin se fue a Estados Unidos. 

¿Es injusto no permitirte saber lo que estoy sintiendo? Perdón, no tengo ganas.

Lo peor es que sé que quieres cuidarme, que lo intentas como puedes porque me necesitas en tu vida. Pero algo se está destiñendo, estoy sintiendo frío y desmotivación. No quiero que aparezca una sensación de resentimiento cuando veo tu sonrisa. Quiero que siga siendo calidez tu nombre en mí. Pero, amiga, no tengo ganas. Estoy sola y cansada. No más que tú, en todo caso. 
¿y eso qué, tu cansancio qué?

(duerme bien, te quiero).

No hay comentarios.: