No tengo lenguaje, no aprendí a hablar. Hay palabras que no me enseñaron y que yo no he inventado aún. No tengo cómo referenciar este que es mi espacio y esto que es mi emoción. No sé qué estoy sintiendo ni cómo se llama el paseo al que me gustaría invitarte. Y las flores que brotan en el camino, menos conozco su nombre. No puedo decirte: ¡mira, las...! Solo puedo acercarme a donde tú estás o traerte a donde estoy yo, tomar tu mano, apuntar a una dirección y procurar que miremos más o menos desde la misma perspectiva. ¿No es bonito acaso prescindir del lenguaje y encontrar una estrategia para estar casi en el lugar del otrx? Por eso agradezco tu tacto y tu incierta estadía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario