o el manifiesto de mi soledad
o.
Ahora lo confirmo y me entra una pena
tímida que pide permiso porque me tiene lástima.
Podría gritarlo, a modo de ritual
proclamar el poema maldito mi esencia
terapia de aceptación y todo eso.
No quiero, no he vuelto a mirarme a los ojos desde esa vez
el baúl se cerró y no voy a abrirlo.
llevo en mi oreja la llave.
No quiero, no voy a volver tangible mi voz en el aire
para trazar mi condena.
El viento me canta triste y yo me hago la sorda.
la bocas me hablan dulce y yo me mantengo encantadoramente ajena.
Hasta cuándo Luna.
1 comentario:
Esto es hermoso, gracias por compartir esto con nosotros.
Publicar un comentario