A veces leo la correspondecia electrónica que tengo con algunas personas. Después de enviadas, las  guardo para que fermenten como buen vino, pero cuando ya han pasado varias soledades, las voy a buscar y las saboreo, y se me da por imaginar lo entretenido que sería que luego en la mitad del siglo salieran los Correos [electrónicos] de bla persona a bla' persona, ed. Equis y cosas así. 

Me gustan las cartas [por correo electrónico, por debajo de la puerta, por encima de la mesa, por correo postal, por. Es cierto lo que decía Kafka, y me sorprendo y admiro de quién soy dibujándole con palabras a otro el mismo paisaje que estamos inventando sobre quizá que cosa de la vida que nos competa en aquel momento -si tan sólo de esa misma forma pudiera dibujar los días en mi diario... Además ya se sabe lo enamorada que estoy del pasado, y es tan lindo eso de escribir desde dos puntos distintos del tiempo como si cada uno estuviera en el otro lado del puente, o como dos estrellitas, o Lucas y su caracol y Margarita, no sé. Y es que cuando pasan muchas soledades y vuelvo a mis cartas, pienso en lo curioso que sería que luego hubiesen Correos de bla persona a bla' persona ed. Equis, sí, pero también pienso en lo bonito que sería dibujar paisajes 

secos

quemados

sombríos

ardientes

nacientes
contigo,

de mano a correo electrónico, de mano a huequito en un árbol, de mano a hoyito en la pared, de mano a oficina de correos, a debajo de la puerta, [ojalá, qué bello sería] a tu mesa a tu cama, de valparaíso a la serena o el lugar en donde sea que estés. Me gustaría ir escribiéndote en mi piel para dibujarte con lo que me respondes, y entregártela pellejito a pellejito dentro de un sobre. Sé que harías algo hermoso

la quemarías, probablemente, antes de haberla tenido un rato colgada en la pared, secándose al sol, o fermentando en vino o secándome como flor en un libro -maiakovski quizá- al ladito de tu cama. Sería bueno eso de verte y hacer que me veas, llevarte para que me lleves, todo eso, enterrarte mis ojos, tú partirme con tu elocuencia rabiosa, bla.