Te quiero encontrar.
Y le hablo a nadie; respiro, trago un sorbo.
Le hablo a nadie como quien sale al balcón de noche a que tomen el fresco sus pensamientos. Dirigida la confesión a todas las casitas con manchas de luces encendidas, a todos los escondidos en las ventanas oscuras, al espacio que queda entre cada estrella y entre cada grupo de gente también, sentencia lanzada al aire, te quiero ver. Te quiero ver, dictamen elaborado desde mi propio frío que sabe a noche a ciudad a balcón, pero que es Mi-propio-frío, el de mi piel, el de mi halo, el de mi ser de hielo ardiendo por derretirse con otro hielo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario