Tengo el alma muy turbada, me siento una hojita de papel a la que todo le golpea y suena. Tiemblo y sueno. Algo en el pecho me hunde, me quiebra, me llama al suelo; en un mapa calórico de mi cuerpo se notaría toda la presión en el centro de mi pecho, el esternón como cárcel, ah.

Camino y todas las lucesitas me hacen sentir la chica perdida de una película bien urbana, ah, qué basura. Camino y entre los rostros busco algún rostro, me invento la sensación de llegar a otro cuerpo como si llegara a puerto pero sigo caminando sola. Nadando sola. Navegando sola. Naufragando sola.
Pienso en lo cariños imaginarios y los añejos, en las sonrisas y las complicidades ¿cómo caerá la tuya? dónde caes. Pienso en el fractal de meniras que soy y cómo se proyectan a lo largo de todas la dimensiones que se inventan y que se ignoran. Me gustaría desprenderme pedacito a pedacito y clavarme en la pared como las mariposas. Pero qué basofia. Tenerme en frente desmembrada y ahí que. Rayar. Pollockazo. Ecupir.



31/10/15

21:46