A veces pienso que la única solución es morirme. Después me molesto conmigo por pensar A-veces-no-más tan bien. Pero qué se le puede hacer, si aún no deseo verdadera solución, si [yo pienso no más..., pero] el error encanta y yo quisiera seguir errando un poquito más mientras esta ilusión dure, mientras me lo permita la curiosidad, que, por traviesa y chispeante, es el tipo de esperanza que más me cae bien. O sea que: Si se habla de muerte, o yo me muero porque la curiosidad me mata, o la curiosidad se me muere y yo me mato pa' que no me mate nadie más.
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