No sé, te miro muy desde lejos y me entra algo de nostalgia. Añoranza, a lo mejor. No, ninguna es la palabra y no importa, lo mismo da al caso [nunca ando al tiempo. Es... estoy siempre muy lejos, te estoy mirando desde muy lejos, incluso podría ser desde el pasado o desde el futuro, nunca de aquí. Y me da mucho pena, quiero saltar y acercarme un poquito aunque sea. Pero aún así, siento que está bien, que sea de la manera que sea, tengo que conseguir distanciarme, poner un límite y no sentirme mal por ello. En efecto, por eso lo hice, no sé mantenerme serena -realmente serena- ante las cosas, todo empieza a entrar y  a doler, y no entiendo de medios, me cuesta la medida exacta, conmigo es estrellarme o desaparecer. Y bueno, me fui. Es que ya es mucho, no puedo vivir toda la vida otorgándole tanto peso a las cosas, algo de liviandad debe haber en este cuerpo y en este mundo, por ahí debe andar la liviandad y probablemente se la esté dejando a cuestiones erradas. Por ejemplo, tú debieras ser liviano, tú debieras ser una pelusita [yo debo haber sido una pelusita para ti, ya me debes haber sacado con dos dedos de tu chaleco y me debes haber tirado por la ventana sin siquiera mirarme, ¡quizá ni siquiera me enredé por un segundo entre tus ropas! Tengo que aprender a ver de manera grácil la nada en las cosas, tengo que pensar respirando pacientemente que no importa si fuiste algo o eres algo o podrías serlo, porque en realidad, que seas o no seas algo, significa, muy honestamente, nada. Y mientras pensaba estas cosas no sé si sonaba Breathe o To build a home, ya no recuerdo, pero se tiñó todo de un dolor color caramelo y entendí de lo que hablaba y supe que ya estaba volviendo a equivocarme y me miré desde el umbral y desde la puerta me tendí la mano como apurándome entonces yo afirmé el paso y me fui, aunque seguía pensando en cómo entrar a tus ojos, en cómo les cae el sol [¿se hará alguna sombra de hojas y árbol en tu iris?, en cómo entender el ritmo de todo lo que late y dejarme caer, dejarme mover como polvito encima de parlante, hasta chocar contigo 
Y que no pase nada, por fin.
[entonces algo, ja.

No hay comentarios.: