Quiero gritar. Abrázame por favor. No, no es algo romántico. A esta soledad sólo la calmará un abrazo eterno. ¿Quién podría hacer eso? Primero deberías estar muerto. Sino cómo. En serio veo una rasgadura negra en todo esto y yo me estoy cubriendo ahí y afuera llueve y yo me voy olvidando y me van olvidando, me estoy borrando, me quiero borrar, por eso grito o me dan ganas pero no lo hago porque no se trata de la voz, quiero romperme, quiero abrirme, sangrar, desparramarme, disolverme, fundirme [si es que pudiera hacerlo así de bonito como los ríos y las montañas, los colores y las nubes, a mí sólo me queda desparramarme como si nunca fuera a terminar de gritar. No soy nada. No seré nada, ya ¡Pero si al fin fuera nada! ¡Ay, qué bien si por fin fuera nada! Realmente nada. Entonces sería tanto. Pero no soy algo, todo el tiempo busco algo, es una imagen tan borrada, es estúpido, intentando dibujarla la difumino más. La música: territorio de nostalgias, siempre. Entra la música y las tristezas hacen fiesta y yo empiezo a volar, o a hundirme, a nadar y salen burbujas con recuerdos que se rompen en la superficie, pero es bueno, quiere decir que estoy respirando, pero, ah... siempre va a faltar más música y siempre va a faltar que me leas. Me gustaría tanto que me leyeras, por qué no estás. Oye, era una manera de mirarte a los ojos, siempre me dio miedo no poder mirarte a los ojos, que me cayeran mal, que no me dejaran entrar, algo así, pero esto era como mirarte a los ojos. No importa, decía que siempre va a faltar música, como van a faltar las palabras también. Yo no sé dónde se va todo en los momentos, es como si algo se me escapara, se empezara a filtrar por algún lado. De verdad no lo entiendo. Y está ese bichito que en serio me hace dudar de la ingenuidad de todo. ¿Por qué siempre está ese bichito? Yo siento que me persigue y que me mira. Pero es dulce, gris, y sus alas redondas, juntas parecen un corazón. Si al menos escucharas la música. Faltó bailar tanto, cantar tanto, cerrar los ojos y hundirse también. Siempre falta música, me entiendes, maldito territorio de nostalgias. Cómo llenar el angustioso patio de los recreos, cómo abrigar las pieles de ese niño y yo, cómo entrar a los abrazos con iron & wine y escuchar las miradas, dejarlas bailar y llorar y besar. Cómo bailar y reír y jugar con él, gritar, seguir equivocándonos, humedeciendo la habitación con el calor y tanta risa, levitar, reírse, jugar, faltó tanto babasónicos y soda stereo. Y contigo faltó mucho más, escucho cocorosie y quiero estarme disolviendo con el frío, pulverizándome con la brisa del mar mientras te miro, te respiro, no te digo nada, te pregunto, te acompaño, nos reímos, yo me quiero volver espuma mirándote y escuchando tanta música que falta, que perfora, que hace burbujas en esto que parece aire pero que yo sé que es una tela porque a veces no puedo moverme, siento que algo me atrapa, y si me muevo, quedan marcas.
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