Te podría estar quitando la pena con recomendaciones de canciones, o con salidas a caminar, o con mucha chatarra para compartir, o con comida o dulcecitos hechos por mí. O podría cantarte. Canciones mías o de alguien. De frente mirándote a los ojos, al oído, o al aire con tu cabeza en mi regazo. Podría abrazarte mucho mucho muy largo. Podría hacerte cariño en la cabeza, en las manos, donde quieras. Podría hacerte sentir bien, podría darte tanta calma. Podríamos estar viendo ya Naruto Shippuden. Podría escucharte y volverte a abrazar. Lo que te quiero decir, es que podría estarte cuidando y dando amor. Temía tanto ya no poder hacerlo, y ya ni siquiera tener para hacerlo. Y ese momento llegó. Pero quisiera tanto en este momento al menos poder darte calor. ¿Por qué hiciste las cosas así? ¿Por qué me impediste incluso seguirte dando cariño de alguna otra forma? Y lo que es más bobo: en realidad, si no me hubieses apartado de ti, ni siquiera estarías triste, necesitando abrigo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario