No recuerdo qué amé en ti (¡y sé que te amé tanto!). 
Algo de eso, ahora que empiezo a escribirlo, me calma. Sé qué me gustaba de Ls., de L., incluso de A. Pero si te traigo a mi mente, no sé qué me llevaba a ti (sólo mi guata sabe, lo más puro de mi intuición). No venía aquí a colmar de flores el cariño que me hiciste sentir, pero es cierto que fue hermoso. Procrastinando, creí necesario dejar estipulado en esta página que no ves, que me encantaría recordar cómo se sentía querer así. Me he imaginado incluso escenarios locos donde volvemos a revisar nuestras notas, mis cartas. Es que no me acuerdo qué pensaba, qué agradecía, cómo me corría la sangre, cuánta calidez era mi piel. No recuerdo qué palabras rondaban, qué detalles me importaban, qué esperaba. No rememoro cómo fue quererte, sé que fue lindo no más. No tengo fotos. Fotos de verdad o de algún otro tipo. No tengo copia de los mensajes ni de nada. No sé qué sentí ni cómo sentí, Y hasta hoy, lo extrañé. Pero eso acaba de empezar a agradarme, ¿sabes? Mi amor quiso al que fuiste. El que fuiste se fue, y mi amor, ese que tuve, también lo hizo. Fue sincero y real, ¿me entiendes? Ls. era pura idealización, L. también, A. fue puro optimismo, por eso lo que me enamoró sigue conmigo aunque se hayan ido, porque estaba sólo en mí. Pero a ti te quise por ti. Y tú ya no estás y mi amor tampoco. Queda esto otro, que no es eso, pero sigue siendo algo. Y te lo agradezco (no sabes cuánto temí no estar segura de agradecerte mi amor, el mío, pero sería una estupidez no hacerlo). Me ayudaste a sentir cosas maravillosas, a mí, que tengo tanta canceridad; me ayudaste a conocer cosas hermosas, a mí, que tengo tanto libra. Y me calma de una forma bellísima saber que puedo hablar así, muy sincera y livianamente. Aunque ya no sé qué vi en ti... y aunque sé que podría seguir viendo cosas. 

Ok. Lo último olvídalo por favor. Incluso sin leerlo.

Pero gracias

No hay comentarios.: