Qué vergüenza

Anoche no soñé contigo, pero desperté sabiendo que anoche no soñé contigo. Y fue un alivio no tenerte en el sueño pero qué cansancio que sigas en mi pensamiento, en serio.

Anoche antes de dormir escuché Imposible que la luna y casi pongo Dolencias y después Luzmila Carpio pero me dio miedo y no quise invocar nada indeseado.

Siempre me dio curiosidad qué pasaría cuando quisieras a alguien más. A alguien más después de las dos, obviamente. Cómo me sentiría yo. Y no me siento mal, pero me siento cada vez más lejos. Y no sé qué ex soy cuando hablas de tus ex a la persona con la que estás saliendo. 

Digo ex y me siento ajena. Ya me olvidé un poco de qué fui y cómo fui contigo. Pero sí creo comprender que la que fui en ese momento es un ejemplar de mí medio errante, que alcanzó su momento cúlmine cuando fue tu amor y que ya terminó su tiempo porque no es algo de mí. Es decir, sé que no soy de ahí. Ni de esos amores, ni de esas atracciones, ni de esas relaciones y, obviamente, mucho menos de ti.

Me sacaste un amor que no tenía y que siempre me sentí rota por no tener. Contigo me sentí entera porque estaba amando pero no creo que vuelva a quemarme y destruirme pa sacar un diamante así. Porque no es algo mío, siento. Y ya no me interesa buscar algo que no me brota.

Y aunque estás en algo que ya no me interesa estar, te veo allá y me estremezco un poco. No quiero quedar enterrada, ¿sabes? Lo admito. Y pienso en lo que alcanzamos a decirnos este último tiempo y agradezco haber leído y escuchado de ti todo lo que me dijiste. ¿Pero era fiebre? Temo que sólo haya sido fiebre. O que haya sido una de esas cosas que tú vomitas y después ya pasaron.

Siempre temo haber sido fiebre para ti. Desde la primera vez y ahora de nuevo. Parece que siempre me va a importar lo que sea dentro tuyo, lo que quede de mí en ti. Y que me mires bonito cuando me ves. (¿Nos volveremos a ver?).

Hay tres cosas que me gustaría que quedaran claras en alguna ocasión:

Que el espacio entre tu cara y el aire es algo que a mi mano le encantaría volver a habitar

Que oír música cuando te besaba, no era metáfora

Que no soy tan fan de películas raras y no entiendo cuándo te hice pensar que sí.

Aún así, me encanta que no me hables, que esas conversaciones medias alucinatorias de madrugada no se hayan vuelto a repetir. Lo digo sinceramente, deseo mucho que siga así. Que estés bien, que le hagas bien, que aprendas, que seas mejor, que no te confundas, que no te enredes.

Pero llévame adentro por favor.

Y vuelve a escucharme alguna vez cantando Canario