Por favor, no te vayas no estés muy lejitos de mí. O sea, quédate. Duédate un ratito dentro. No te vayas nunca aunque estés al otro lado del mundo, en otra parte de la vida. Quédate, breve moleculita, latiendo dentro de mi sangre. Me dijiste sin respirar y mirándome sólo un poco Ya, todos se van... [.] Yo no sé si habrá sido que querías obviarlo o qué, pero no, cariño, disculpa, nosotros nos está-bamos yendo.

No hay comentarios.: