Extraño mi cuerpo. ¿Alguna vez tuve otro cuerpo? Este parece una lágrima ensuciada con polvo y pelusa, una hoja seca que cuelga aún de la rama solo por la telaraña que la sostiene.
Tengo pena de mis hombros, de mi columna y de mis isquiones. Aquí no hay libertad, la vida se arrastra muy lento entre músculos y huesos.
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