Odio la crueldad de todo, lo impermanente, lo relativo. Odio la mentira, lo falso, lo poco cierto. Lo odio todo tanto, lo odio. Odio no poderme sostener en ninguna realidad, que todo cambie. Odio no poder apoyarme en ningún recuerdo, que nada sea. Odio el mundo de afuera que desde el estómago me parte en dos, y odio el mundo de adentro que me retuerce y me requiebra. Lo odio, me da náuseas, siento asco. Lo odio, lo quiero vomitar, ensuciar, desgarrar, rajar con mis dientes, mandarlo a la mierda, hacerlo pedazos. Estoy loca, tengo el amor enfermo, sufro, duelo, me quiebro. Y odio todo esto que se mueve, odio todo lo que se mueve y que no deja que me sostenga, odio las verdades que sólo hacen zancadillas. Lo odio todo, lo odio tanto. Qué horror, qué horror. Tanta falsedad. Tengo miedo de esto que no reconozco, tengo terror de todo lo que no es. Lo odio.

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