Yo no entiendo esta pena

Yo no entiendo esta pena. Es una burla a la verdadera vulnerabilidad y un embadurnarse ciegamente en mis vergonzosos privilegios. No sé por qué esta ansiedad de comprimirme hasta desaparecer, si el dolor me quiere arrugar, que me arrugue hasta volverme dura como papel doblado infinitamente sobre sí mismo. Dura tan dura, que me termine quebrando.
Intento tanto no resistirme. ¿Qué cosa le contrarío a la vida? Quiero crecer. Quiero dejar de ser la niña berrinchuda. Quiero crecer, entregarme. Mentira. ¿O no? ¡Qué le contrarío a la vida! Por qué me parecen piedras mis huesos. Sobre todo el del pecho. Es un estuco mi esternón. Me pesa tanto. Me duele tanto. Me lleva todo el tiempo al suelo a la tierra a lo hondo a lo bajo. Que le pasa a esta pena. Que me deje tranquila. Qué mierda quiere esta pena.
Quiere que la miren. A los ojos.
Mi pena se tragó el cuento de la luna. De las princesas. De cualquier mito.
Idiota, ya calla de una vez.

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