Murió mi perro.
Y todo el tiempo pienso que en cualquier momento podría morir alguien que quiero. Me doy cuenta de que empecé a querer a alguien cuando imagino su muerte. ¿Te lo había dicho? Me ofende que no pienses en mí o que no me lo hagas saber. Que no quieras saber cómo estoy, que no me lo preguntes. Un par de piedrecitas llegaría directo a mi ventana. Son adorables tus gestos pero no me das ninguno. Me podría morir mañana, sabes.
Mi perro se murió.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario